Mercadeando con aficiones

Hacía mucho tiempo que no me acercaba a tiendas o foros para interesarme por la compra de algún artículo de retro informática y, después de hacerlo, he echado la vista atrás, hace varios años, cuando empecé a interesarme por los ordenadores de nuestra niñez.
Recuerdo que empezó con ComputerEmuzone, la web de Karnevi, me iluminó la cara, flipaba, no sabía que todavía se podía rememorar aquellas máquinas gracias a los emuladores. También coincidía con mi acercamiento a internet y, claro, aquello hizo que me sumergiera en la búsqueda de mi ordenador favorito: El Amstrad CPC. Incluso me animé a hacer una web tomando siempre como referencia la de Karnevi, pero centrada en Amstrad CPC, tratando de incluir más información y extras de nuestra máquina.
Una cosa llevó a la otra y, no recuerdo cómo, a través de los foros, conocí a Deepfb, un tío que ha hecho lo indecible por la conservación y difusión de la retro informática clásica. Y, tampoco recuerdo como, un día me encontré en el sótano de su casa, bendito sótano, un lugar que, a los que lo conocemos, nos hace estremecer cada vez que vamos... y ese día Deepfb tuvo un gesto que me marcaría y, aun hoy, recuerdo: Me regaló un CPC 6128.
Eran tiempos en los que lo más importante era preservar el software y las máquinas que nos gustaban, de forma desinteresada, sin otra pretensión que pasar un buen rato entre amigos con las mismas aficiones. Conseguir ordenadores y software era relativamente sencillo, había gente que se deshacía de ellos, otros los regalaban y gente como Deepfb los arreglaba, cacharreaba, preservaba, difundía y si mostrabas interés te invitaba a que lo guardaras.
No tengo ni idea en qué momento se empezó a especular con todo esto. No sé en qué momento pasamos de haber más máquinas y material que gente que nos gustaba a, de repente, no haber nada y costar todo una barbaridad. Lo que si tengo claro es que, ahora mismo, hay mucho material en manos de gente que le da lo mismo lo que tiene y que solo es mercancía con la que ganar dinero y que la absurdez de mucho de lo que ocurre es probablemente nuestra por haber permitido que ocurra y no me vale lo de "las cosas valen lo que se paga por ellas" porque ese absurdo nos ha llevado a ver Amstrad CPC+ por 500 Euros o Cajas de cartón vacías por 60 Euros y eso, en un mundo en el que hay gente que no tiene para llegar a mitad de mes, con todos sus integrantes sin trabajo o en situaciones difíciles, se me antoja un insulto hacia ellos. Un insulto por mi parte si soy capaz de soltar cantidades astronómicas de dinero por artículos que voy a guardar en un trastero.
Echo de menos los viejos tiempos, pero menos mal que todavía es posible ver a esa gente en casa de Rafa, cacharreando, regalando cacharros, preservando, pasándolo bien y disfrutando.

No dejéis que trafiquen con vuestras ilusiones y mucho menos con vuestras aficiones.

1 comentario:

  1. En toda compra/venta el imbécil y culpable no es el vendedor, es el comprador. Siento decirlo, pero la especulación no existe hasta que alguien establece un valor basado en la expectativa futura. Algo parecido pasó con los pisos y mira ahora...

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