“Carlos Sainz. Campeonato del mundo de Rallies”. Una planificación brillante con un resultado no deseado.


Este juego deportivo tiene historia, y no es corta porque continúa en los salones recreativos algunos años más tarde, tal y como algunos ya sabéis.
Zigurat tenía claro que lo de los juegos deportivos presentados por estrellas del deporte daba mucho juego y si, además, se hacia un programa innovador y bien hecho, el resultado era más que bueno y resulta que hasta el momento no existía un buen juego de rallies para nuestro ordenador de modo que… manos a la obra.
El grupo de programación Arcadia (Arkos, Curro Jiménez, El poder Oscuro) sería el encargado de la creación del proyecto, un proyecto cuidadosamente planificado con unas características técnicas muy elaboradas y centradas en el placer de controlar un Toyota Celica Turbo, controlando los derrapes a velocidades vertiginosas en cada una de las curvas.


Amstrad CPC
Jugabilidad y adicción eran las bazas de este videojuego. Quizás los medios no eran los adecuados. Quizás nuestras máquinas no eran suficientes para lo que Zigurat tenía en mente (tal y como se demostraría más tarde) o, simplemente, era un concepto demasiado ambicioso y se esperaba más, pero lo cierto es que “Carlos Sainz. Campeonato del mundo de Rallies” terminó siendo un producto bien hecho pero sin la jugabilidad que se esperaba en un simulador de Rallies.

En el juego tienes que saber diferenciar las características específicas de cada circuito para saber utilizar el tipo de neumático y suspensión adecuada, que influirá notablemente en tu conducción. El juego disfruta de unos buenos gráficos y el movimiento, teniendo en cuenta la máquina, es más que aceptable, sin embargo la jugabilidad, controles y conducción… es otro cuento.

Spectrum
El control del coche es bastante complicado de ejecutar, el scroll se hace demasiado pesado en algunas ocasiones y la física no se aplica en la mayoría de las ocasiones. Algunos efectos son un tanto absurdos (por ejemplo, rebotar en el borde de la pista en vez de salirte y dar vueltas de campana) y, por último, la dificultad es demasiado elevada desde el inicio del juego, no dejándose “introducirte” en el mismo.
La presentación del juego se realizó por todo lo alto, con su correspondiente montaje de marketing, en un concesionario de Toyota, contando con la presencia de Carlos Sainz y Zigurat, incluso la televisión se hizo eco del evento.

Vale, no rematamos en 8 bits. ¿Lo intentamos en las recreativas? 

Existe una clara conexión entre “Carlos Sainz. Campeonato del mundo de Rallies” y el juego que vamos a comentar a continuación.

Muchos de los integrantes de Zigurat continuaron en el mundo de los videojuegos con una fuerte incursión en el mundo de las recreativas. Con el declive de los 8 bit Zigurat da sus últimos coletazos lanzando programas de dudosa calidad, tales como Piso Zero o Kong's Revenge para, finalmente, reconvertirse en Zigurat Software S.L. y dedicarse a la producción de videojuegos para comercialización en recreativas (coin-op), creando títulos tan importantes como WORLD RALLY 1 y 2, TARGET HITS, SURF PLANET y FOOTBALL POWER a través de Gaelco. Uno de estos juegos creaba colas en los salones recreativos y, seguro, que más de uno echasteis una partida: World Rally.

World Rally tenía una jugabilidad endiablada y te enganchaba a la máquina por el solo hecho de sentir esa sensación de control en los derrapes del coche. No hacía falta más. Ni siquiera que fuera un simulador perfecto con control real en un entorno 3D. Era adictivo y punto, y, para más inri, era movido por un Amiga 4000.

Bien ¿veis las claras similitudes entre los dos juegos? Evidentemente Carlos Granados tenía una espinita clavada con este juego y, finalmente, vio en las recreativas la plataforma ideal para crear lo que siempre tuvo en mente. Y, sin duda, lo consiguió.

Curiosamente esta versión para recreativas iba a ser avalada también por Carlos Sainz con tan mala suerte que el mismo año de lanzamiento Carlos Sainz ganaba su primer campeonato del mundo y firmaba con Lancia. Evidentemente Carlos Sainz le dio a entender a Carlos Granados que no podía avalar un juego en el que conducía un Toyota estando en un equipo competidor. El resultado fue que su nombre se cayó del título del juego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario